Robert Edwards ha sido el ganador del Premio Nobel de Medicina y Fisiología, concedido por el Instituto Karolinska de Suecia, por el "desarrollo de la fecundación 'in vitro'". Robert es un antiguo investigador de la Universidad de Cambridge (Reino Unido), que en 1968 realizó junto a Patrick Steptoe la fertilización de un óvulo humano fuera del organismo de la mujer. Éste sería el primer paso hacia la fecundación 'in vitro' que daría lugar a la primera niña probeta del mundo, Louise Brown, en 1978.
En la foto vemos a Robert junto a Luise, su madre y su hijo: Familia, vida, felicidad ...
NO OPINA ASI EL VATICANO
"Sin Edwards no habría congeladores llenos de embriones a la espera de ser transferidos a un útero, o más probablemente para ser utilizados para la investigación, o bien para morir abandonados y olvidados por todos", ha manifestado el Monseñor Carrasco de Paula, un alto funcionario del Vaticano, presidente de la Pontificia Academia para la Vida.
Carrasco ha señalado que "Edwards inauguró una casa, pero abrió la puerta equivocada desde el momento en el que se centró en la fecundación 'in vitro' y consintió de forma implícita el recurrir a donaciones y 'compra-ventas' que implican a seres humanos".
El Vaticano se opone a la fertilización in vitro porque implica separar a la fecundación del "acto conyugal" -intercambio sexual entre un hombre y una mujer- y con frecuencia lleva a la destrucción de embriones. La Iglesia católica considera que la vida comienza con la concepción y que debe ser respetada desde ese momento.
No es la primera vez que el científico se enfrenta a las críticas. Sus descubrimientos no contaron en un principio con el apoyo financiero de muchas instituciones públicas que, ya fuera por miedo o por convicciones morales, no quisieron respaldar el avance de sus investigaciones.
Extraído de Lostiempos.com